martes, enero 18, 2005

Rosa Oscura.

Puedo sentir el peso de tu mirada,
me provoca una angustia desgarrante,
Sé que juegas conmigo y te divierte,
tus miles de rostros asedian mi mente
como una lluvia incesante de imágenes aterradoras
pero al mismo tiempo llenas de belleza,
una belleza oscura y sobrenatural.
Pasas a mi lado con una elegante delicadeza,
con una sonrisa capaz de derretir el más frío invierno,
tu voz de ángel oscuro me induce en un trance extasiante,
me haces sentir la necesidad de creer en tus mentiras,
eres tan fuerte,
y yo tan vulnerable a esa fuerza
que me haces creer...
tu voluntad se convierte en la mía.
Rosa Oscura,
hermosa y a la vez mortal,
eres la maldad con el más bello vestido,
esperando ese momento en que tu presa
ansiosa por sentir en su piel aquella suave figura
te tome en sus manos,
y tu, sin el menor remordimiento,
hundas tus espinas en ese ingenuo ser
que sólo espera obtener de ti
un poco de amor y comprensión.
Pobre ser ingenuo, es demasiado tarde,
tu veneno invade sus venas
mientras se desangra y agoniza lentamente.
En sus ojos carentes casi totalmente de vida
tu imagen ha quedado impresa,
lo has condenado
lo has marcado para siempre
a vagar por la vida con temor a abrirse de nuevo
negándose a confiar otra vez.
Lo has obligado a sumergirse en la desesperanza,
con ojos que sólo ven maldad y traición en belleza.
Pero nunca estás satisfecha,
Rosa Oscura,
eres como un cazador
siempre hay un lugar en tu galería para un trofeo más,
y hasta entonces,
Rosa Oscura,
esperas paciente a tu siguiente presa,
adornando el jardín de fuego
cubierto de cenizas y desolación.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

te felicito por escribir tan bien y por expresarte de esa manera tan particular

4:32 a. m.  

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