jueves, marzo 03, 2005

Día a día.

Un susurro pasa fugaz ante mis ojos, es el viento, que arrastra pedazos de vida. Anoche, mientras dormía, le vi el rostro al dolor, bello y puramente sombrío, sagradamente oculto y a la vez omnipresente. Hoy, llueve durante todo el día, como una expresión de mis ojos, como una aberración de mi propio corazón. Ayer, la brisa golpeó mi rostro, dejando marcas de un olvidado dolor, recordándome que no soy más que un mounstruo caminando entre humanos...o un humano caminando entre mounstruos...