viernes, abril 01, 2005

Soneto Disonante.

Las Niñas cantan... Una sombra extraña
se cierne sobre los cuerpos tendidos
de los muertos. Devoran sus entrañas
los Niños Ciegos, y el Huevo en el nido
del Gran Cuervo ya está presto a romperse.
Se oye un grito, y las Niñas, al volverse,
contemplan al Anciano que agoniza
en su absurda dicha, mientras la risa
de la Mujer Bella el tiempo destruye.
El Huevo se rompe, y las Niñas huyen
hacia su refugio en la mirada
de la Estatua que contempla, silente,
la fuente de sangre. Y, tristemente,
las Niñas cantan arias desoladas.