miércoles, marzo 16, 2005

Epitafio.

Lentamente me mata, lentamente.
Cierro los ojos y miro al precipicio,
no lo veo pero me tiro;
Qué sientes? - Vertigo.

Y se oye una canción;
la de tu entierro. Dulce, bello Requiem...
como tu epitafio: "Aquí descanza
un alma en pena".
La mía; porque tanto te quise,
que me arranqué el corazón y
lo arrojé sobre tu tumba.
Muy bonita, por cierto.

Has leido hoy el periódico?.
Malas noticias, Dios ha muerto;
aunque era de esperar
después de la guerra entre senos.

Pero descansa en tu profunda muerte.
Que envidia al ver tu carne,
palida y blanca hiel.
Rasgo tu vestido y lamo tus labios,
Por qué están tan amargos?

Me despido. Me voy de viaje.
No preguntes ¿dónde?,
conducen el tiempo y el olvido.
Adiós mi amada.