sábado, abril 09, 2005

Blanca Desolación.

No logre mirar atrás, sólo pude ver la caida...
No pude detener la daga, sólo vi la caida...
No pude oler a la muerte, sólo vi la caida...
Nada pasó en un segundo de la cuál sólo fue desolación
y sin más parecer, no hubo piedad...
Todo quede marcado, la más mínima gota de sangre...
Bese tu mano, mordí tu cuello, tomé tu alma
pero no fue suficiente para poder hacer que abras tus ojos...
Pedí a la oscuridad misma el deseo de poderte ver
pero fue en vano...
Trato de buscar tu alma, tu aroma, tu mirada,
pero lo uúnico que logro, es ver la verdadera ausencia de tí...
No entiendo por que caiste sin que yo pudiera hacer algo,
no entiendo por que tu alma vagó sola, sin tomar tu mano,
no entiendo por que tu mirada se perdió en la nada, sin antes haberte visto,
no entiendo por que aún estás en esa caja de desiluciones, en donde
tu mundo solo se ve marcado con un semblante blanco
y ese semblante blanco, es tu ataud...

viernes, abril 01, 2005

Soneto Blanco.

Mi hermosa estatua...Tu última mirada
fue un rostro expresando aquel blanco cielo
del olvido, y la última flor plateada
se acostó en el sentido de tu anhelo.
Un paisaje níveo, aquellos colores
que celebrabamos, el blanco extraño
de nuestras miradas, aquellas flores
plateadas...¡Oh blancas risas de antaño!
Tú has sido aquel rostro... Hemos confundido
las risas de nuestra celebración
con los ojos del delirio...¡Tú has sido
aquel rostro en el cielo del olvido!
Mi estatua... Tan blanco en mi corazón
y en tu anhelo... ¿Acaso tuvo sentido?

Soneto Mortuorio.

Junto a ti, cada paisaje parece
la mirada de un niño indescifrable,
y tu mano fría la cuna mece
y tus labios ya no han de envenarme.
Besando una lápida, se estremece
el cadáver, aún tibio, de una anciana.
Antes de morir...quiero que me beses...
Tu beso es el de una niña angustiada.
Deseando morir...Besando un muñeco
que sonríe con la misma inocencia
de un títere... ¿Tanta es tu complacencia
viéndole sonreír? A cada beso,
algún paisaje se torna en sepulcro
o en llanto...aunque tus ojos sean puros.

Soneto Disonante.

Las Niñas cantan... Una sombra extraña
se cierne sobre los cuerpos tendidos
de los muertos. Devoran sus entrañas
los Niños Ciegos, y el Huevo en el nido
del Gran Cuervo ya está presto a romperse.
Se oye un grito, y las Niñas, al volverse,
contemplan al Anciano que agoniza
en su absurda dicha, mientras la risa
de la Mujer Bella el tiempo destruye.
El Huevo se rompe, y las Niñas huyen
hacia su refugio en la mirada
de la Estatua que contempla, silente,
la fuente de sangre. Y, tristemente,
las Niñas cantan arias desoladas.

Soneto Trizado

Ella era la expresión más delicada
de la incomprensión; era la mirada
perdida en el abstruso laberinto
de la incertidumbre... Ella era el instinto
ciego del candor, era la belleza
que muere ante un espejo, la pureza
frágil del amor... Ella en su interior
agonizaba en un dulce dolor,
tan dulce como en el árbol la fruta,
el árbol del pecado, que han sembrado
las manos de una niña en el pasado.
Ella toma la fruta... La cicuta
de una infancia desolada la torna
en anciana... y a su espejo retorna.

La serenidad o el temor.

Cantas una mano que te oprime la garganta
y el cielo es un beso que te sorprende.
A veces tu sombra es como el llanto de una santa
y un dios la noche con su amor enciende.
Cantas una canción que te señala culpable
y hay nombres extraños en las paredes.
A veces aguardas que un ángel o un demonio hable
de los infernales o celestiales poderes.
Y en tus ojos hay mujeres hermosas
que celan la belleza de las antiguas diosas.
Cantas una mano que cubre tu impura boca
y el cielo es un pájaro que fenece.
Tu silencio es una niña ciega que te toca
mientras el árbol de la muerte crece.
Cantas una mano que empuña un frío puñal
y las columnas sobre un cuerpo se alzan.
Tu silencio bajo la sombra extraña es mortal
y tus manos el arma imposible casi alcanzan.
Y en tus ojos hay mujeres hermosas
que celan la belleza de las antiguas diosas.

Acá no hay título, aunque mañana lo sea de todos los medios.

Hoy murió el lider de una gran parte de la humanidad y del mayor negocio existente. Sí señora... estoy hablando del Papa. Aunque si tengo que dar mi opinión, él señor ese falleció hace un par de días.