sábado, febrero 26, 2005

Valió la pena...

Todos los días alrededor de las 21:30 horas la veía salir de su casa desde la ventana de mi departamento y subir al taxi que la esperaba en la calle. Mas tarde regresaba a casa en otro taxi pero lo hacia ya acompañada. Cada noche con un hombre diferente, y siempre antes de entrar a su casa sus ojos volteaban a mi ventana, clara señal de que sabía que la observaba.

Ahora realmente creo que me obsesionaba, porque no podía alejar ni mis pensamientos, ni mi vista de ella. Su pálida piel contrastaba con su ropa siempre negra; sus ojos profundos y su largo cabello negro la hacían parecer como si tuviera luz propia. Deseaba acercarme a ella, invitarla a salir. No se comparaba con ninguna otra mujer con la que yo hubiera salido antes, sólo que no podía juntar el valor necesario para hacerlo. Además, por todo el lugar era conocida como una prostituta por su estilo de vida.

Pero todo eso cambió el día de hoy, cuando al dar las 21:00 horas crucé la calle y llegué a su puerta, toqué el timbre y después de un largo rato la puerta se abrió y ahí estaba ella, mas pálida y mas hermosa que nunca. Sonrió, y dijo mirándome fijamente: -Hola, creí que nunca vendrías-. Mi sorpresa era máxima... me estaba esperando!

Al invitarme a pasar, pude darme cuenta del arreglo interior de su casa, casi minimalista, todo con un toque oscuro y tenebroso; lo cual realmente pasé por alto debido al embrujo de su voz. - Porqué querías conocerme? me preguntó. Tartamudeando contesté: -Eres un misterio. Después de emitir una risita leve, me dijo: -No soy un misterio. Dime qué quieres saber. – Primero, tu nombre, dije yo, -y luego, por qué te visitaban tantos tipos?. -Bien, mi nombre es Haxix; y por lo pronto, es lo único que debes saber.

Me tomó de la mano, y llevándome por las escaleras llegamos a su habitación, donde besó mi boca con un beso corto y suave. Caminó y dejó caer su vestido, que parecía una maligna sombra reptando por el piso. Me llevó a su cama, y nos sumergimos en las negras sábanas de seda, hipnotizados por una demencial pasión. Nunca había tenido sexo como ese... -Valdría la pena morir por el, pensé. Era como un sueño encontrarme junto a su cuerpo desnudo, y haber viajado en esa desenfrenada danza sexual. Lentamente se acercó a mí, diciéndome al oído: -Ahora sabrás qué pasó con los demás.

Todo era tan sublime, que no tuve tiempo de reaccionar, y eso es todo lo que recuerdo. Cuando me di cuenta, ya me encontraba aquí, en un sucio y oscuro sótano. Ahora sé qué pasó con los otros tipos. Tengo sus fríos y podridos cadáveres frente a mí, y ella sigue pegada a mi cuello rasgándolo con sus agudos y blancos dientes, extrayendo hasta la última gota de vida de mi cuerpo. Lejanamente escucho su voz diciendo: -Tu has sido el más delicioso de todos. Ahora recuerdo toda mi última aventura, y pienso antes de que la muerte me cubra por completo: -Valió la pena morir por ella-.

miércoles, febrero 16, 2005

Suicidio.

Estoy un poco aburrido de la vida y demasiado cansado para mantenerme despierto, en los últimos dias no he podido dormir tranquilamente, en mi cabeza se ha metido la idea de no existir, me pregunto cómo será el limbo, cómo el valle de sombras, cómo será mi cuerpo sin alma, tengo curiosidad y temor, especialmente cuando llega la noche, pero ya... no quiero pensar y tampoco quiero sentir...... Me hundo lentamente en la cama, las blancas sábanas acarician mi piel fría, mientras el silencio me rodea, cierro los ojos, trato de sumergirme en la nada.... trato de no pensar.

Su brillo es excelente y su tamaño ideal, miro casi con excitación el extremo filo, mientras gruesas lágrimas de depresión ruedan por mi cara, me estremezco, no hay remedio, siento frío, pero ella me espera, mis manos toman con ansiedad el mango de madera, levanto mi mano izquierda y la adelanto, con fuerza doy un corte sobre ella, inmediatamente el elixir vital comienza a brotar y yo a teñirme de un rojo escarlata tan brillante, tan vivo, como la luz de la luna, que me ayuda a ver mi aparente fin, sólo alcanzo a emitir un desesperado grito que me sobresalta.....
Sudando despierto exaltado, me doy cuenta que sólo fue una pesadilla, mi habitación está tranquila incluso un viento frio entra por la ventana refrescando mi rostro. Aún con miedo levanto lentamente mis manos y absorto, observo que estan llenas de sangre, no hay navajas ni cuchillos cerca, pero mis venas se vierten sin remedio en mi lecho.
Ahora más confundido que nunca no se ni qué pensar, no sé si soy víctima de una extraña realidad o si aún continuo preso en una absurda pesadilla.
Acaso... alguno de ustedes podría explicarme dónde quedó atrapada mi alma?

Dejame Escribir.

Dejame escribir, tengo que hacerlo...
No lo ves, entre estas manos estoy muriendo.
Entre estas líneas me desangro, me pierdo...
Esta obscuridad me absorbe, me desvanece,
en estas sombras me confundo, pienso.
Y ahora sigo escribiendo con esta tinta,
tan negra cual mi pesar de sentimientos,
tan obscura como tus respuestas...
Respuestas que a veces necesito,
y las necesito para alejar a este instinto...
el instinto que me pide perderme entre sombras,
usar estas garras como dagas,
y desgarrar mis venas una a una.
No me dejes solo con mis sombras,
no dejes que siga esta senda de terror impio.
Permite mi entrada en la anarquía de tu ser,
permite que siembre contigo ese halo de destrucción.
Ahora, déjame escribir, quiero hacerlo,
no dejes que termine en estas líneas.
Estoy desangrando y cayendo...
Mis alas no siguen más, esta sangre las cubre...
Entre las sombras me estoy consumiendo,
cual llama negra estoy por extinguirme...
Siento el frío, no recorres mi piel,
tu sombra se pierde, mi sangre ya no corre...
Y por primera vez sólo te pido
que me dejes seguir escribiendo...

Utopía.

Tienes todo para lograrlo ahora,
Pero ya es tarde,
Desconfías,
No te fías de la suerte
No tienes esperanza
Las buenas rachas no duran
Todo tiene un principio
Y un final.
Puedes ilusionarte
Al ver que hoy te aceptan mejor,
Puedes dibujar en tus labios
Una tímida sonrisa verdadera
Pero por dentro sabes que todo es mentira
Tan solo son leves instantes amenos,
Tan solo son breves minutos
Alcanzando una utopía

lunes, febrero 07, 2005

Negra Ternura.

Figura triste que por la oscuridad deambula
buscando la razón de su ignominia,
fútil hallazgo impregnado de dolor
que por sus venas circula y en su alma repercute.
Vagabundo que besa los bordes de la demencia
anclando torturas creadas por su mente
lacerando sus heridas, bebiendo su sangre,
negros vampiros alimentados en su inconsciencia
tentado en ocasiones por la negra ternura de la muerte.
Figura triste que con la noche se une y apaga
iluminando su rostro con tenue luz de luna
rondará taciturno por mil mundos
aguardando la llamada que lo embriaga
y serán dos figuras bajo la tenue luz de luna.
No preguntes el porqué de su pena, no podrá contestar
tal vez en su locura encuentre un lapso de razón
ahogando un momento su condena y su dolor.
No preguntes por qué su mano desea acariciar tu alma,
el porqué de su triste canción.

Frío.

Desmoronado...
Desfigurado...
Desmembrado...
Hundiendome en la obscuridad de mi fracturado espíritu,
esparciendo mi temor en las sombras.
Recolectando las ácidas lágrimas que funden mi mente para mezclarlas con la sangre
de mi tiempo, para no olvidar lo frágil que he sido...
Tengo miedo...
Tengo frío...
Rasga mi piel y libérame de este dolor con otro aún más intenso...
Hazme recordar que aún estoy vivo.
Saca este cadáver de este profundo olvido, porque mi corazón ya no late...
Lleno de un mortal hastío.
Porque mi piel se pudre en un profundo vacío...
Ya no quiero seguir odiando como siempre ha sido, porque deseo ser libre,
no terminar autodestruido.