jueves, septiembre 30, 2004

El mejor regalo.

A una mujer despiadada

Solo te pido lo que me das
y reniego de lo que me ocultas
mujer de los 7 infiernos
de la tierra, y de los cielos
¿Dónde están los harapos
que recubren tu figura?
Reina de los locos,
en tí reencarno la lujuria

Déjame escapar de tus vigilias
de tus juegos, de tus censuras
¿Cuántos más tienen que morir
o sufrir por tus miradas hirientes?
¿Cuántos hicieron de alfombra
dando lugar a tus ardientes pasos?

¿Cuántos se ahogaron en su miseria
pensando que tu eras la soberana del placer
la bestial mujer que todo lo perfuma,
la que todo lo da, la que nada pregunta?

Mientras se cumple con el pacto diabólico
y se dejan de lado tus sacramentales atributos.
Realmente, hoy que estoy más muerto que vivo
Llorando, me hundo y repito...
"Por tí no vale la pena morir, por más reína de mi mundo..."

Nicolás E. Parazza

Gracias a tu locura
nació este poema
De un amigo
Nicolás.


Este es lejos, el mejor regalo que recibí... y pensar que el cuento lo hice desde un sueño.










...Y si los asesino?

Escucho Marilyn Manson, entre otros, me visto de negro. Acaso eso me da el perfil de asesino?
Por fortuna ya no curso mi secundaria, de lo contrario me habrían prohibido la entrada...
Cómo pueden imaginar que escuchar un determinado género de música, puede transformarte en asesino o no!? Aunque... también hay que considerar que hoy por hoy hay muchas mentes débiles, en la búsqueda de un referente para sus insignificantes vidas y prestas a ser manipuladas/Influenciadas por cualquier agente externo que llame un poco la atención (léase religión, cultos, etc).
Junior: Suerte, eh? como dice un amigo; Hiciste que "Dark" sea una mala palabra... Idiota.

miércoles, septiembre 29, 2004

Sintiendome como antes.

Qué está pasando? Sensaciones que ya conozco vuelven...
Estás ahí, pero no te siento... Dónde estás? Muero a cada minuto...
Otra vez me pierdo entre la bruma... mis sentimientos quedan desorientados, mis emociones neutralizadas.
Vendrá una vez más el dolor, nuevas cicatrices... Por fortuna, ya estoy acostumbrado.
El teclado se ensucia... mis muñecas también. Sí, nada tiene sentido, quizá estoy magnificando la situación, pero lo siento así... en unas horas probablemente me sienta bien, es todo tan ambiguo que desconfío de mi sombra. ¿Por qué?